El fin de semana del 17 de diciembre en Madrid lo inicié de la mejor manera posible… ¡Un brunch en Bendita locura!. Me habían hablado genial de este sitio y la realidad superó las expectativas con creces. El servicio, local y elaboraciones estaban cuidados hasta el último detalle. Ofrecen dos versiones del brunch, el corto y el largo, por 14€ y 19€ respectivamente. Personalmente creo que merece más la pena el largo, que consta de cinco pasos.

El primer paso del brunch consistió en el café o infusión, yo probé el Capuccino Bambino, con una espuma que dejaba al café relegado a un segundo plano, estaba deliciosa y resultaba súper ligera.

En el segundo paso tenías que escoger entre el smoothie del día, un zumo de naranja recién exprimido o el jugo de tomate que te servían bien frío y acompañado con una ramita de apio verde. Estaban todos buenísimos pero quizás el smoothie estaba demasiado flojo en el sabor de la fruta, sabía demasiado a leche y la pajita muy bonita pero el tacto en la boca al ser de papel resultaba un poco desagradable.

En un tercer paso nos sirvieron una tarrina con crema de yogur natural con frutos del bosque y granola que me supo a gloria, estaba súper cremoso, la granola en su punto justo de dulzor y los frutos del bosque le daban un equilibrio de acidez al plato muy bueno.

En el cuarto paso vinó el toque dulce del brunch donde tuvimos para elegir entre una tabla de pan tostado con membrillo o tomate, un croissant de mantequilla con mermelada o un waffle con Nutella y banana o con Chantilly y frutos rojos.

En este paso acerté de lleno desde mi punto de vista con el waffle, la crema de chantilly con la acidez de los frutos rojos se deshacía en la boca mientras que el waffle aportaba el toque dulce y caliente al plato, estaba exquisito.

Y el quinto paso, por si nos hubiéramos quedado con hambre, la estrella del brunch, ¡los huevos benedictinos!, la guinda del pastel… te dan la opción de servirtelo con salmón ahumado, bacon o con aguacate, la opción del aguacate no la tienen en carta pero si la pides te la sirven. Simplemente me encantó, te lo montan sobre medio bagle y lo acompañan con unas patatitas a las finas hierbas y un poco de ensalda que ayuda a desengrasar.

Hay otra alternativa a los huevos benedictinos en esta guinda del pastel que es la quiche Lorraine, que si bien no tuve el placer de probarla, creo que no elegir los huevos benedictinos sería un completo error, tal vez si sois dos personas se podría pedir uno de cada para probar pero los huevos benedictinos son un «must» en cualquier brunch que se precie.

El concepto de Brunch es un acrónimo entre breakfast (desayuno) y lunch (almuerzo) y es un concepto que encaja a la perfección con esa sensación con la que te levantas un sábado o un domingo por la mañana cuando te acostaste el día anterior tarde, que no sabes seguro si tienes ganas de desayunar o de comer. Para mí ha sido el descubrimiento del año, es una forma de hacer más especial las mañanas del fin de semana y además resulta muy económico para probar y descubrir sitios nuevos.

Cada día son más los restaurantes que se están sumando a la moda del brunch y yo estoy deseando probarlos todos. Hasta hoy, el brunch de Bendita Locura, ha sido el mejor en relación a la calidad, el precio y la atención en sala, estoy segura de que repetiré muy pronto. Os dejo sus redes sociales y os recomiendo que lo probéis, merece muchísimo la pena:

Precio aproximado: 14 – 19 €/persona

Horario Brunch: Lunes a Viernes 11:30 – 14:00 & Sábados y Domingos de 11:30 a 15:00

Página web: http://benditalocuracoffee.com/brunch/

Instagram: https://www.instagram.com/benditalocuracoffee/

¡Espero que os guste foodies!

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