Iztac es sin duda uno de los mejores restaurantes que he probado ultimamente en Madrid. Se trata de una cocina mexicana auténtica, fiel a su origen pero en su versión más vanguardista. El restaurante nos ofrece una carta de alta cocina mexicana con un tremendo cuidado en los detalles, la elaboración de cada plato, el storytelling que hay detrás de cada uno de ellos y siempre fieles a su origen.
El cocinero Nacho Oropeza te transporta a diferentes regiones de México con cada uno de sus platos, mezclando sabores originales, cuidando la estética del plato y creando una atmósfera mágica entre la cocina y el comensal mediante la narrativa propia de alguien originario del país azteca. Todo esto maridado por Mezcales y Micheladas hacen de la cena una travesía de pura esencia mexicana.
La decoración del local no deja indiferente, con mucha personalidad y con el color negro como claro protagonista, alcanza su máxima expresión cuando te sirven el primer plato y observas que la decoración del local va en total coherencia con la vajilla, eso si que es hilar fino… ¡me encantó!.
Los lienzos que cuelgan de las paredes representan una bonita historia de amor con un final algo trágico ambientada en el esplendor del Imperio Azteca. Un joven guerrero enamorado partió a una batalla con la promesa de tomar la mano de Iztaccíhuatl si regresaba victorioso de la misma. Al poco tiempo, un rival del joven, celoso del amor que ambos se profesaban, confesó a Iztaccíhuatl que su amado había muerto durante el combate. Abatida por la tristeza y desconociendo que aquello era mentira, Iztaccíhuatl murió. El joven enamorado a su vuelta decidió honrar su amor y mandó construir una gran tumba ante el sol en la cima de una montaña hasta donde cargó con el cuerpo de su enamorada en brazos. Una vez allí, el joven lo recostó sobre el suelo y le dio un beso póstumo. Desde entonces han permanecido juntos uno frente al otro. Con el paso del tiempo y la nieve cubriendo sus cuerpos, los jóvenes se convirtieron en dos grandes volcanes que seguirán unidos así hasta el fin del mundo. El nombre del restaurante viene precisamente de la joven Iztaccíhuatl que es el nombre de uno de los volcanes más famosos de México, «Iztac» significa blanco por el blanco de la nieve que se acumula en su cima. Como veis el restaurante está repleto de simbolismos e historias que además de saciar tu hambre te llenan el corazón y el alma de experiencias y conocimiento de este país cargado de historia y pasión.
Os dejo un resumen de los platos que probamos de su nueva carta pero os aseguro que no puedo decantarme por ninguno de ellos en especial, ¡son todos increíbles! Tendré que volver para probar el resto de la carta.





Y para rematar probamos estos dos postres que si tuviera que elegir solo uno de ellos me quedaría con el Tamal de chocolate por su originalidad y por ser más representativo de la gastronomía mexicana. Yo había probado tamales salados pero lo que no sabía es que Tamal es el nombre que se le pone en México a cualquier elaboración realizada dentro de una hoja, generalmente de maíz o de plátano, por eso me sorprendió tanto el concepto de tamal de chocolate y no pude resistirme a probarlo.


Sin duda esta cena me pidió a gritos acompañarla de unas buenas margaritas… por lo que os recomiendo encarecidamente ir en metro o taxi al restaurante… ¡Viva México wey!
¡Espero que os guste foodies!
Precio medio de carta: 40-50 €/persona
Página web: IZTAC
Horario: Lunes cerrado (Ver horarios en Página web)
Instagram: Iztac Madrid
Dirección: Plaza de la República de Ecuador, 4, Madrid
Teléfono: 910 090 235