El pasado sábado 12 de Marzo tuve la maravillosa oportunidad de dar un curso de sushi benéfico a través de la organización ClaseaTe con el objetivo de recaudar dinero para la ONG que yo escogiera.

Hay una frase que me gusta mucho y es … intenta aprender algo sobre todo y todo sobre algo… siempre hay algo nuevo que aprender en la vida lo importante es ¡no perder la curiosidad nunca! Para ello os dejo el enlace a la página web de ClaseaTe para que veáis todas las actividades que organizan, porque no deberíamos dejar de aprender nunca y si son lecciones solidarias… ¡con más motivo!

https://claseate.wordpress.com/

La organización que escogí fue la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) y no es la primera vez que son mi primera opción como podéis ver en las fotos… La función que realizan en la sociedad con la investigación para nuevos tratamientos del cáncer, el apoyo a enfermos y familiares para mejorar su calidad de vida en el duro camino de la enfermedad y la información que dan a la sociedad para mejorar la detección precoz del cáncer no tiene precio y es digna de reconocimiento. Por todo ello y por aportar mi granito de arena fue la ONG a la que decidí destinar todas las donaciones voluntarias que los alumnos quisieron hacer al inscribirse en el curso… ¡conseguimos recaudar 225 € para ellos!  ¡Muchas gracias a todos!

Esta ha sido mi primera experiencia como profesora y por ello sé que tengo mucho que aprender. Como primer error … ¡se me olvidó decir mi nombre nada más empezar la clase! Salvo esos pequeños errores de principiante al final lo importante y con lo que nos quedamos todos (además de que soy capaz de hablar más rápido que la velocidad de la luz) es que pasamos dos horas riéndonos y aprendiendo como hacer sushi casero en casa para impresionar a nuestros amigos y familiares. Espero que todos lo practiquéis en casa antes de que se os olvide, yo prometo subir pronto un post al blog explicando con detalle como preparar un buen sushi casero. Como diría Aznar… ¡estamos trabajando en ello!

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Un par de horas antes del curso tuve que ir al comedor para preparar el arroz ya que sino en dos horas no nos iba a dar tiempo a aprender todo lo que teníamos en la agenda. Repasando la programación que teníamos para ese día era: Elaboración de dos diferentes tipos de sushi, el maki (rollo básico envuelto en alga) y el uramaki (rollo con arroz por fuera), los pasos para la elaboración de un buen shari, cómo cortar los ingredientes, cómo enrollar con la esterilla, como presentar finalmente el sushi en la mesa y como preparar la salsa ponzu, a esto último no nos dió tiempo pero podéis encontrar la receta dentro del post de Cebiche de Salmón y Batata.

Cuando llegaron los alumnos el arroz estaba perfecto y listo para trabajar con él… pero dos horas antes en el comedor no encontrábamos una cazuela para cocer el arroz (¡como podéis ver en la foto sólo había cazuelas XXL!), pero lo mejor en estos casos es mantener la calma y buscar grandes soluciones a los grandes problemas. Como teníamos vitrocerámica en la cocina sólo necesitábamos un recipiente metálico para que transmitiera el calor (al final la ingeniería tiene su aplicación en la cocina…) y ¡lo encontramos! Cocimos el arroz en una ensaladera que tapamos con una bandeja metálica, enfriamos el arroz en un barreño y cortamos el sushi sobre una bandeja metálica de horno dada la vuelta, ahora entiendo la frase de que la escasez agudiza el ingenio, ¡doy buena fe de ello!

Supongo que ahora entendéis un poco mejor porque se me olvidó presentarme al principio de la clase, digamos que estaba con los nervios a flor de piel… lo bueno es que de los errores se aprende.

Como el aprendizaje no es un actividad de espectadores quise hacer la clase bastante dinámica sacando a muchos voluntarios a montar sus primeros rollos de sushi, la verdad es que fueron unos máquinas porque quedaron perfectos, os dejo algunas fotos para que lo podáis ver. Incluso el último voluntario se lanzó a hacer un rollito corporativo en el que se podía leer ClaseaTe con tiras de palitos de cangrejo sobre sésamo negro, ¡toda una obra de arte!

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La verdad es que para mi fue una experiencia muy enriquecedora y espero que para los alumnos también lo fuera. Cuando Cristina me propuso dar una clase de cocina para ClaseaTe no lo dude ni un segundo, el tema además lo tenía claro porque me parece que el sushi cada vez se está haciendo más popular y prepararlo en casa a mí me apasiona.

Claramente acertamos con la temática del curso ya que limitamos las plazas del curso a 20 personas y en menos de 48 horas habíamos llenado la clase. Quiero daros las gracias a todos los alumnos por acompañarme en esta experiencia solidaria, a Cristina y su asociación por organizar esta iniciativa de las lecciones solidarias, me parece que estáis creando una organización preciosa y os deseo lo mejor, siempre estaré encantada de participar con vosotros en más actividades.

¡Fue un placer foodies!

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¡Gracias por todo!